El Tiempo

martes, 22 de octubre de 2013

RUTA DEL ALBA (ASTURIES)



Salimos de León con dirección a LLangréu (Langreo) - Pola de Laviana - Rioseco. Justo antes de entrar en el pueblo de Rioseco, hay un desvío a la derecha que nos indica que a 3,5 km está el punto de partida, la aldea de Soto de Agües.
El pueblo dispone de un gran aparcamiento N43º12'08.50, W05º28'01.64
Aquí, quedamos con nuestra familia Luís, Mónica y la "guapísima" Vero, que venían desde Oviedo. 

En este pequeño pueblo, muy limpio,  además podemos visitar el Museo del Agua. Nos tomamos un tentempié y empezamos a caminar cerca de un lavadero. Desde allí parte la ancha pista forestal que nos adentra en el valle. La ruta está bien señalizada. Al cabo de un kilómetro se pasa por encima de una piscifactoría truchera.  Un poco mas allá, en las Brañas de La Vega, finaliza la pista y continuamos por un sendero más estrecho que va paralelo al río y que penetra en las hoces. A partir de aquí comienza el tramo más espectacular, encajonado entre paredes verticales de roca, con decenas de cascadas de diferentes tamaños a la vista. Después la foz se ensancha, el camino pasa por un puente sobre el río, quizás el punto más vistoso del recorrido. Es una ruta de primavera, verano y especialmente en otoño, por el colorido de la vegetación. Recorrerla en época de lluvias es también recomendable. Los saltos y las pozas adquieren otra dimensión. He leído que en época de deshielo el agua es protagonista absoluta, pues baja impetuosamente formando cascadas y causando un proceso erosivo responsable último de la formación de la hoz o desfiladero.
Sobre nuestras cabezas, en las escarpadas paredes del monte Llaímo, desafiando a la gravedad, vemos hayas, de tronco retorcido y largas raíces, que crecen en la misma roca. A ambos lados de la senda crecen como pueden, en fisuras y rellanos, ejemplares dispersos de haya, tejo, escuernacabras, mostajo, tilos o sauces.  Y lo que más me gusta es que abundan los líquenes y el musgo tapizando las rocas y rellenando el verde del paisaje.
A lo largo del trayecto el camino cruza dos pequeños puentes de medio punto: La Pontona, primero, aquí comimos en unas mesas de madera, solo hay tres y si va mucha gente hay que tirarse al suelo. Y el puente de La Resquiebra, después. Tras cruzar el río en estas dos ocasiones, se llega a La Cruz de los Ríos, donde junto a dos árboles centenarios se halla un pequeño refugio que indica el final de la ruta. El paisaje se abre de repente a un paraje de praderas dominado por la frondosidad de los hayedos de Llaímo y las alturas de El Retriñón (1.862 m)
El recorrido es fácil y se puede realizar en poco más de dos horas, hay que desandar para volver al punto de partida. 
Vero se portó como una campeona, jugamos con las mariposas y el agua. El día muy soleado, pero todo estaba muy verde. Asturias es impresionante.
GPS N43º12'08.50, W05º28'01.64) .
Aquí, quedamos con nuestra familia Luís, Mónica y la "guapísima" Vero, que venían desde Oviedo. 

En este pequeño pueblo, muy limpio,  además podemos visitar el Museo del Agua. Nos tomamos un tentempié y empezamos a caminar cerca de un lavadero. Desde allí parte la ancha pista forestal que nos adentra en el valle. La ruta está bien señalizada. Al cabo de un kilómetro se pasa por encima de una piscifactoría truchera.  Un poco mas allá, en las Brañas de La Vega, finaliza la pista y continuamos por un sendero más estrecho que va paralelo al río y que penetra en las hoces. A partir de aquí comienza el tramo más espectacular, encajonado entre paredes verticales de roca, con decenas de cascadas de diferentes tamaños a la vista. Después la foz se ensancha, el camino pasa por un puente sobre el río, quizás el punto más vistoso del recorrido. Es una ruta de primavera, verano y especialmente en otoño, por el colorido de la vegetación. Recorrerla en época de lluvias es también recomendable. Los saltos y las pozas adquieren otra dimensión. He leído que en época de deshielo el agua es protagonista absoluta, pues baja impetuosamente formando cascadas y causando un proceso erosivo responsable último de la formación de la hoz o desfiladero.
Sobre nuestras cabezas, en las escarpadas paredes del monte Llaímo, desafiando a la gravedad, vemos hayas, de tronco retorcido y largas raíces, que crecen en la misma roca. A ambos lados de la senda crecen como pueden, en fisuras y rellanos, ejemplares dispersos de haya, tejo, escuernacabras, mostajo, tilos o sauces.  Y lo que más me gusta es que abundan los líquenes y el musgo tapizando las rocas y rellenando el verde del paisaje.
A lo largo del trayecto el camino cruza dos pequeños puentes de medio punto: La Pontona, primero, aquí comimos en unas mesas de madera, solo hay tres y si va mucha gente hay que tirarse al suelo. Y el puente de La Resquiebra, después. Tras cruzar el río en estas dos ocasiones, se llega a La Cruz de los Ríos, donde junto a dos árboles centenarios se halla un pequeño refugio que indica el final de la ruta. El paisaje se abre de repente a un paraje de praderas dominado por la frondosidad de los hayedos de Llaímo y las alturas de El Retriñón (1.862 m)
El recorrido es fácil y se puede realizar en poco más de dos horas, hay que desandar para volver al punto de partida. 
Vero se portó como una campeona, jugamos con las mariposas y el agua. El día muy soleado, pero todo estaba muy verde. Asturias es impresionante.

Salida desde el Aparcamiento de Soto de Agües
GPS  N43º12'08.50, W05º28'01.64
Distancia : 10 kms 
Desnivel: 330 mts
Tiempo Estimado: 4 horas ida y vuelta
Dificultad: Baja


Algunas de las cascadas del trayecto...


Demasiado rango dinámico



jueves, 3 de octubre de 2013

NACEDERO DEL UREDERRA "AGUAS HERMOSAS" - BAQUEDANO (NAFARROA)

Este itinerario es uno de los enclaves más espectaculares de Navarra-Nafarroa, lo hicimos también en Julio, y a las 5 a.m. salimos dirección Estella-Lizarra, la ciudad más importante que da entrada al Parque Natural de Urbasa-Andía. En unos 20 minutos más, llegamos al Hostal Irigoyen N42º 46' 21.59, W02º 8' 2.22 calle San Antón, nº 55 del pueblo de Zudaire. 
Rápidamente cargamos con nuestros aperos y bocadillos, salimos andando en dirección al pueblo de Baquedano que se puede ver muy cerca. 
El camino sale por el lateral del pueblo Zudaire y es bastante ancho (a veces pasan 4x4) y rápidamente cruzamos el puente que deja pasar el agua del río Urederra, aquí ya puedes ver lo limpia y que color lleva el agua, es fantástico este pequeño río. Doblando a la derecha nos enfrentamos a una pequeña subida al pueblo Baquedano.
Digamos que el recorrido principal para llegar al Nacedero sale del propio pueblo de Baquedano. Tienen habilitado un aparcamiento de vehículos que te cobran algo simbólico para el mantenimiento.
Cruzamos el pueblo atravesando el lavadero y el frontón. Cuando acaba el pueblo sale un camino que nos conduce hasta un portalón que encontraremos el cartel descriptivo del Nacedero. 
Aquí el camino se bifurca en dos, nosotros escogimos el que va por abajo y llega antes al río para poder contemplar como se suceden cascadas y numerosas pozas de agua de color turquesa que se forman como consecuencia del fenómeno kárstico, por el que el agua se filtra a través de las grietas de las rocas surgiendo una y otra vez desde las entrañas de la tierra. La especial tonalidad de estas aguas es la que seguramente habrá inspirado a quien bautizó al río con el nombre de Urederra, que significa "agua hermosa".
La salida natural del acuífero formado en el macizo kárstico de Urbasa se produce en un cortado a 700 metros de altitud en el reborde meridional del macizo, originando una impresionante caída de más de 100 metros que con el paso de millones de años ha creado un anfiteatro rocoso encantador.
Comimos los bocatas en la Cascada y de vuelta nos tomamos unas cervezas bien frías en Baquedano.

Atardeciendo nos metimos en el río, en el puente cerca de Zudaire. Una ducha y a cenar en el restaurante del Hostal, cenamos bien y a descansar.

Recorrido desde el aparcamiento de Baquedano 

Coordenadas GPS: N42° 46' 59.34, W02° 7' 18.79
Tiempo estimado: 2 horas y media (ida y vuelta)
Distancia: 6 km.
Desnivel: 250 m.
Dificultad: baja
El color del Río Urederra


Los reflejos del Río Urederra


Cascada del Nacedero


El agua está fresquita ...

miércoles, 2 de octubre de 2013

ARROYO DE ARGOVEJO - ARGOVEJO (LEÓN)

Elegimos ir a Argovejo (León) a realizar la ruta del nacimiento del río. Hay que llegar a Crémenes y tomar el desvío a la dcha pasando el puente del río Esla. 

http://www.picosdeeuropaleon.es/pueblos/cremenes/argovejo/argovejo.html


Es un pueblecito encantador, y nos metimos con el coche hasta el final de la calle mayor donde aparcamos al lado del puente que pasa el río LLampas.

Es Julio y después de una primavera lluviosa,  el agua corría a toda pastilla, esto me encanta. Nos cargamos con las mochilas y trípode y a trotar.
 La ruta no tiene pérdida ya que discurre al lado del arroyo, pasa por delante de una imagen pequeña, La Virgen de Covadonga,  en un cenáculo muy florido.  Siguiendo el camino encuentras preciosos paisajes con hayas y cascadas, pero lo más curioso,  no te lo pierdas, un Belén en una roca agujereada. 
La ruta no tiene dificultad y se acaba cuando topas con paredes enormes y que lo dejamos para otro nivel. 
Por lo que toca volver a León. Nos paramos a comer en el Rest. VentaSierra, calificamos como correcto. Nos tumbamos una siesta en el jardín, que con el murmullo del agua del río Esla quedamos apijotados un buen rato.


Arroyo de Argovejo (León)


Un pequeño salto del Arroyo de Argovejo (León)

Salida desde el final del pueblo: GPS: N42°54'07.03, W05°06' 53.98
Tiempo estimado: 2h.30'
Desnivel: 300 m
Dificultad: Baja

martes, 1 de octubre de 2013

ARROYO VILDOSO - CABORNERA (LEÓN)

PRIMER DÍA:
Cascada Arroyo Vildoso (León)


Este lugar es uno de los más fotografiados en la provincia de León.
En Semana Santa salimos de León por la N-630 hasta pasar Pola de Gordón, nos desviamos a la izquierda dirección Cabornera por la LE-473 y a la altura del mojón KM5 aparcamos. Visitamos el lugar con Carmen y Celi.
Había llovido mucho y el agua rebosaba por donde pisabas, por lo que nos pusimos las botas y chubasqueros. Esta era una visita previa para ver donde aparcar, como era el entorno, que caminos seguir y si es peligroso. También miramos la luz que se colaba en entre los robles y hayas pegadas al agua, el color de las hojas caídas, el musgo en las rocas, la velocidad del agua, etc.
Lo primero era vadear el río Casares por un puente, y rápidamente hicimos un derecha e izquierda para subir por donde bajaba el arroyo a toda velocidad. Hay que cruzarlo como sea, ya que el camino continúa por el otro lateral del arroyo. Subimos un poco hasta encontrarnos con una cancela, un vez pasado todo el mundo hay que cerrarla, debe haber ganado, nosotros no vimos a nadie.
Cruzando el prado encharcado, nos acercamos al arroyo por la izquierda y a disfrutar del colorido de sus rocas, el agua fluyendo a toda velocidad, los quercus cubiertos de musgos larguísimos.
Una vez comprobamos los lugares o localizaciones más fotográficos, por cierto que resbalé escurriéndome por una ladera y no caí al agua por que me agarre a una rama, luego me ayudó Carmen a incorporarme y Celi se petaba de risa. Lo comento por que el lugar es muy húmedo y hay que tenerlo en cuenta. Llegamos en poco tiempo a una pared inmensa, que por un corte caía agua rezumando un fuerte aire húmedo, vamos que asomabas la cara y te la dejaba empapada. Suponiendo que era ahí donde empezaba a filtrarse el Arroyo Vildoso.
Dimos media vuelta y fuimos a comer al Rte. Ezequiel II de Villamanín, que estaba a tope.


Hay que pasar al otro lado, je,je...

El colorido, ni te digo ...

La velocidad del agua, F1

El sonido  ¡espectacular!
comento en la siguiente publicación el segundo día..............................................>>>>>


Salida desde donde podemos aparcar: 
GPS: N42°52'39.02, W05°43'35.50
Tiempo Estimado: 1h.
Distancia: 2 km.
Dificultad: Baja

SEGUNDO DÍA:


... era sábado y ya cargados con trípodes, botas de agua, chubasqueros, etc nos acercamos con Marta, Fino y Luís. Al principio eso de saltar el arroyo les impresionó, y es que venía con más fuerza que el otro día; yo pasé a hombros a Marta y ellos se apañaron con palos largos y haciendo la cabra saltaron.

Nos dispersamos una vez alcanzado el arroyo desde el prado y empezó la fiesta de disparos y localizaciones, siempre respetando el medio.
Nos llevamos más de 100 fotos cada uno...el tiempo nos respetó y sin darnos cuenta se hizo la hora de comer, y claro está... al Ezequiel II de Villamanín que volvía a estar a tope.
Fino se comió una calderada de cordero gigantesca, Luís empezó por la Cecina y le pusieron una bandeja que parecía un aeropuerto, Marta se contuvo y pidió una ensalada, ja,ja menuda montaña de lechugas, tomates, zanahorias, cebollas, aceitunas, etc. y ya no os comento el segundo plato.


          Para digerir el empacho, nos fuimos a Ciñera de Gordón,  Aparcamos en el pueblo: GPS N42°53'03.08, W05°38'10.52  y cargamos con las mochilas y trípodes para acercarnos al Faedo, deriva del nombre latino fagus = haya y el sufijo  -etum, que dio la terminación -edo. La conversión de /f/ en  /H/ fué habitual en el castellano a partir del siglo XV, pero no en las hablas asturianas y leonesas, a las que pertenece el vocablo "faedo" que significa hayedo y está dentro de la reserva de la biosfera del alto Bernesga. Tiene un árbol que ha cumplido los 500 años y este bosque pequeño le han premiado como el "Mejor Bosque mejor cuidado de España", otorgado por el Ministerio de Medio Ambiente y la asociación Bosques sin Fronteras. El recorrido es corto y sin dificultad, pero hay que llevar botas de agua en época de lluvias. Cuando lo hicimos nosotros el arroyo no dejó pasar a varios turistas que no iban preparados, no logrando ver este hermoso Faedo.


El Faedo, el agua es vida 





Hay que volver en el Otoño
Salida desde el pueblo: GPS N42°53'03.08, W05°38'10.52
Tiempo estimado: 3 horas
Distancia: 6 km.
Desnivel: 300 m.
Dificultad: Baja